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Manuel García | Las épocas de crisis son entre otras cosas, épocas en las que se corrigen irregularidades que han sido tapadas o anestesiadas en épocas de bonanza. Hablo de la competencia desleal que hacen las “empresas” ilegales a las que sí están dadas de alta reglamentariamente, que pagan sus impuestos, seguridad social y sueldos justos a sus trabajadores.

Para que el resultado de un partido sea justo, ambos equipos deben empezar el partido con los mismos jugadores y someterse a las mismas reglas del juego. De lo contrario, caeremos en la injusticia. Hasta la fecha, con la complicidad de todos, han estado jugando el mismo partido empresas que han colaborado con sus impuestos al progreso de nuestra sociedad y “empresas” piratas que no lo han hecho.

Debemos tener en cuenta que el que no paga impuestos, nos está robando indirectamente a todos. El que defrauda no colabora con el mantenimiento del estado del bienestar, al contrario, se aprovecha de la contribución de otros. Eso en la mayoría de los sitios es “ser un cara”.

Además de piratear al estado, el que no está “dado de alta”, está robando al que cumple. Generalmente oferta productos y servicios más baratos que la competencia, robándole al que crea puestos de trabajo e invierte para el progreso de nuestra localidad. Eso es competencia desleal y jugar un partido con diferentes reglas del juego. Y lo peor de todo es que la sociedad en general ampara a los tramposos y los ve con buenos ojos. La trampa como símbolo del listo y el cumplidor como el menos dotado intelectualmente.

Recientemente, nuestro ayuntamiento ha publicado un bando municipal que avisa de inspecciones en comercios con la intención de buscar comercios ilegales y que pasen a la legalidad. Cualquier iniciativa que intente exterminar este apéndice molesto de nuestra economía será bienvenida, por supuesto por el que paga. Pero esta iniciativa no debe quedarse en la superficie de lo que se ve, también debe buscar en lugares donde no se ve, como por ejemplo, cocheras o naves aparentemente vacías.

Se hacen necesarias esta y otras medidas que protejan al que hace las cosas bien, pues a las empresas, tal y como están las cosas cada vez les cuesta más competir con los piratas. Espero que al menos por una vez, pierdan el partido los “listos”.

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