Víctor M.Mudarra | Sin darnos cuenta y cuando a penas falta un mes para que este seco invierno de paso a la primavera, la Cuaresma llega a nuestras vidas un año más, pero… y nosotros, ¿estamos preparados para vivir la Cuaresma como lo tendríamos que hacer?
Para muchos es tiempo de nervios e impaciencia, propios de una larga espera. Tendremos la sensación de que los días pasan de forma rápida y fugaz, percepción aún más notable durante la propia Semana Santa.
En estos días de Cuaresma contamos con numerosos cultos, tanto internos como externos, además de actividades de todo tipo relacionadas con nuestras Hermandades (pregón, exaltaciones, conciertos,…). Disponemos así de una amplia gama de posibilidades para poder vivir y disfrutar la Cuaresma con la mayor intensidad posible y en la medida que cada uno quiera o pueda. Está claro que cada persona es libre de aprovechar o vivir estos días con un mayor o menor sentido religioso y devocional, o simplemente por una mera atracción estética, por tradición o afición. Lo cierto es que nos encontramos ante un tiempo de preparación espiritual y emotiva, verdadero sentido de la Cuaresma, para vivir con mayor profundidad la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Recomendarles la lectura de los artículos firmados por nuestro Cura Párroco y nuestro Diácono para el último número del boletín parroquial, de los que quisiera resaltar y citándolas literalmente, frases como “…La Cuaresma como camino de renovación interior y renovación social…” y “… tres medios que la Iglesia nos propone para este tiempo: el ayuno, la oración y la limosna…” entre otras interesantes, que invitan a la reflexión y ofrecen una visión un tanto desconocida para los cofrades que viven la Cuaresma desde el plano popular y como unos días de preparación para las procesiones y no bajo el verdadero sentido que ésta tiene para los cristianos, muy desconocido por la mayoría de nosotros.
Lejos de caer en la osadía de decirles cómo han de vivir la Cuaresma, les animaría a disfrutar y gozar de ésta en toda su plenitud. Tenemos la suerte de vivir en una tierra que hace que la vivamos de una forma muy especial, tal vez más cerca de Jesús y María a través de nuestras imágenes y de nuestros templos, con un amplio horario de visita para la meditación y oración ante el Santísimo. Por ello, entre otros muchos aspectos, sería conveniente que acudamos a los cultos de nuestras imágenes más queridas, que atendamos a esos tres medios que propone la Iglesia y que citamos anteriormente por palabras de nuestro Cura Párroco: ayuno, oración y limosna-caridad, que no todo se quede en vivir la Cuaresma en ensayos de costaleros, preparativos y tertulias cofrades, con cervezas y tapas de por medio, todo ello también necesario ya que forma parte de nuestra idiosincrasia, y no lo dejamos a un lado, pero que tenemos lugar de hacer todo y una cosa complementa a la otra. No hagamos de la Cuaresma un tiempo de vacío espiritual, lleno simplemente por elementos externos y folclóricos, vivámosla y estoy seguro de que veremos y viviremos de otra forma la Semana Santa.
Ver todos los Artículos de Opinión (AQUÍ)