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Rocío Gómez | ¿Se han dado cuenta de la cantidad de improperios y frases salidas de contexto  y tono que se escriben casi a diario en los perfiles de Facebook en Pilas? Hace unos meses que presenciamos, por mi parte con no poca sorpresa, un irresponsable y maleducado fuego cruzado entre pileños y pileñas en un entorno comunicativo que, aunque con apariencia virtual, no deja de ser letra sobre papel, palabra, insolente e imprudente, en boca de unos y otras.
Facebook se ha convertido en el cubo de basura de muchos, un canal de comunicación donde vomitar groserías, insultar y contribuir, pasito a paso, a destrozar reputaciones o minar la moral. Se levantan rumores, se vierten acusaciones, se sale por los cerros de Úbeda ante noticias de calado informativo o que llaman a la solidaridad, cuando no se mezclan churras con merinas o incluso se lanzan, sin complejo alguno, mensajes  xenófobos o discriminatorios (en mi ordenador guardo los pantallazos de algunos de ellos, por si alguien quiere echarles un vistazo). De juzgado de guardia, pero literal.
Quiero ser benévola y pensar que tras algunas de esas frases hay una pizca de ignorancia e incultura, mala uva, rencores o heridas sin sellar, envidia, cierta inconsciencia, talibanismo ideológico o desesperación por una situación laboral o familiar crítica. Pero ¿quién está detrás de los perfiles públicos que consienten, alimentan y hasta aplauden esos comentarios?, ¿tan difícil es ser un administrador responsable y establecer unas reglas de juego limpias, donde primen las buenas maneras y el respeto por los demás?  
Encontramos ejemplos de mala praxis en Facebook a pares si decidimos ahora mismo darnos un paseo por el espacio virtual pileño en abierto. Lean, si no, la reciente entrada del gestor del perfil de un partido político refiriéndose, al calor de la Reforma Laboral, al representante nacional de Comisiones Obreras como “el Toxo”,  aunque acto seguido da un giro de 360 grados a esa insolente forma de mencionar a una persona en un medio de comunicación público tratando al alcalde de un pueblo amigo, donde gobiernan bajo sus  siglas, con el “Don” por delante. En ese mismo medio de comunicación he encontrado comentarios racistas de varios seguidores, que desafortunadamente aún no han sido eliminados de ese tablón de anuncios 2.0. 
Y sigan buscando, porque encontrarán muchas y muy variadas insolencias provenientes de la esfera privada que quedan reflejadas en los canales públicos. Hace unos días se apelaba desde el perfil del Ayuntamiento a la solidaridad ciudadana, informando de la tradicional campaña de donación de sangre que cada cierto tiempo tiene lugar en nuestro pueblo. A esta entrada informativa, un internauta respondía preguntando cuándo iba a celebrarse el tostón de la marisma. Comentario una mijita desafortunado, ¿no?  Aunque hay algo positivo, que estas salidas de tono muchas veces reciben de su propia medicina, como el “cuando dones sangre” que contestó otro vecino al forofo de la celebración marismeña. Como este ejemplo puedo enumerar muchos otros de gente que no se alegra por el bien ajeno y comunitario (como que un pileño concurra a las elecciones al parlamento andaluz) o que hace una interpretación muy reduccionista y sesgada de las informaciones (como cuando se comparten las noticias de asociaciones y clubes de fútbol en el perfil municipal y aparecen celosos comentarios sin sentido).  
Pero  lo más frecuente en el siempre activo y desde luego nada aburrido entorno facebookero pileño es el insulto indiscriminado a nuestra clase política, sean de uno u otro color. Que con lo que está cayendo, tengamos la tentación de poner verde a un político en nuestro perfil personal, puede comprenderse;  pero que esta práctica sea alimentada a posta en los perfiles institucionales que no se gestionan de una forma profesional, además de maleducado, me parece una práctica ciertamente peligrosa.
Ser cómplice o permitir el “todo vale” en Facebook es una auténtica irresponsabilidad que retrata a quien lo consiente. Y no lo digo solo yo, lo está gritando ya mucha otra gente en Pilas, usuarios de esta red social, hastiados de tantas expresiones “de mal gusto e insoportable lectura” o del  “bochornoso insulto gratuito y la zafiedad sin fronteras” en que se está convirtiendo el espacio social de nuestro pueblo en la red, en palabras de unos amigos con los que hace unos días departía sobre este tema en mi perfil personal.
 Por favor, dejemos de usar Facebook como campo de batalla o paredón donde someter a escarnio público al contrario. Utilicemos esta maravillosa herramienta de comunicación para conocernos y acercarnos un poco más, para ejercer nuestro derecho a expresarnos y estar informados, y  cómo no, también para opinar, dialogar y confrontar nuestras ideas, pero con argumentos, y sobre todo, sin insultos. Actuemos y respondamos NO  al ¿todo vale en Facebook?  

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